Alejandro Amenábar. Código de Acceso: Versatilidad

 

Por:

 

Fernanda Bargach-Mitre

 

 

 

El talentoso director de 32 años, se alzó con el con el Oscar de la Academia y el Globo de Oro que entrega la Asociación de Prensa Extranjera de  Hollywood, a la mejor película extranjera por su reciente film “Mar Adentro”, por el  cual viene cosechando éxitos por todo el mundo. Excelentes reconocimientos a un director de altura cuya carrera ha estado signada por su fascinante versatilidad como creador.

 

Hay pocos directores con la libertad necesaria para abordar los temas que quieren cuando quieren. Hay pocos con el talento suficiente para hacerlo y lograr sorprender, mover al espectador en cada intento. Hay pocos directores, que además son guionistas, editores, actores y músicos en sus propias películas. Y es que hay pocos directores con el talento de Alejandro Amenábar, que ha demostrado, desde su primer largo en 1996, que lo suyo es el mejor cine de autor, ese que nos desafía, ese que se queda como una experiencia en la memoria, cuyos personajes nos visitan y sus ambientes nos trasportan.

 

Este joven de apenas 32 años empezó estudiando en 1990 en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, especialidad de Imagen. Sin embargo su espíritu sediento de experiencias se veía limitado por el carácter catedrático y poco práctico de su carrera, por lo que decidió abandonarla para empezar su relación con los cortometrajes. En 1991, con tan sólo 19 años, dirige el corto La cabeza, que obtuvo el máximo galardón de la Asociación Independiente de Cineastas Amateurs (AICA) y donde se inicia la relación creativa con Mateo Gil, quien a partir de ese momento será su colaborador más cercano. Realizó dos cortometrajes más antes de lanzarse al largo: Himenóptero (1992), que fue reconocido con el premio al mejor corto en los festivales de Elche (Alicante) y Carabanchel (Madrid) y Luna, que le hizo acreedor al Premio Luis García Berlanga al mejor guión y el Premio de la AICA a la mejor banda sonora. En todos sus cortos, se desempeño como director, guionista, actor y compositor musical, roles que nuevamente asumiría en sus largometrajes.

 

En general, en toda su obra esta presente el tema de la muerte, desde diferentes perspectivas: el cine snuff, los fantasmas, la ciencia ficción, y en su último y polémico film Mar Adentro, la eutanasia. “No es la muerte la que me interesa, sino cómo los individuos se relacionan con ella, con la idea de la pérdida, y las relaciones entre las personas. Nos dimos cuenta de que mientras más hablábamos de la muerte, más hablábamos de la vida.” Afirma el director.

 

Su primer largometraje Tesis, fue producido por el director José Luis Cuerda, quien quedó muy impresionado por la novedosa propuesta del guión que escribieran Alejandro Amenábar y Mateo Gil. El film ambientado en la universidad en la que dio sus primeros pasos, es un inteligente thriller, que denunciaba una trágica realidad emergente como lo fuera la aparición del cine snuff en el mundo. A pesar que la película denotaba cierta falta de experiencia, el film estaba construido solidamente y lograba atrapar al espectador en un clima de tensión. Por esta cinta obtuvo siete premios Goya, entre ellos los correspondientes a Mejor Película, Mejor Guión Original y Mejor Dirección Novel.

 

En Abre los ojos Amenábar nos lleva por laberintos inimaginables, con reminiscencias del cine de David Lynch y algunos  toques de Hitchcock. Una combinación de imágenes que conducían a la duda, entre la realidad y la ficción conformando un intrépido film donde la confusión es la protagonista, en un juego de intriga psicológica donde la falta de certezas erigen una tensión cerebral y visceral a la vez. Con un guión extremadamente bien hilado y excelentes interpretaciones el film se convirtió en un éxito que sorprendió a todos por su audacia. Tom Cruise compró los derechos para realizar el remake en Estados Unidos: “Vanilla Sky”, que lamentablemente no le tocaba los talones, a pesar de la diferencia de presupuesto, a la obra original de Amenábar. Este niño-joven genio, no por nada se ha convertido en un referente del cine contemporáneo español.

 

Parecía difícil superar la compleja y sorprendente trama de su último film, pero sin embargo eso fue posible gracias a Los Otros (The Others), su primera película en terreno norteamericano que supero ampliamente las expectativas del público y la crítica. Con una soberbia actuación de Nicole Kidman, filmada prácticamente dentro de una asfixiante casa, y en base a una premisa tan aterradora como original, el film adentra al espectador en un suspenso crudo, sin concesiones, que se adhiere a nuestras emociones sacudiéndolo todo. Una de las mejores películas de “terror” de los últimos tiempos. Esta cinta se alzó con ocho premios Goya, incluidos el de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Original. Además de recibir una nominación al Premio de la Academia de Cine Europeo a la Mejor Película.

 

Nuevamente, Amenábar vuelve a sorprendernos, cambiando radicalmente de género, más no de temática ya que repite el tema de la muerte, pero desde un ángulo completamente disímil. Mientras Los Otros era una película de suspenso, Mar Adentro es un drama descarnado, presentando con una sutileza tal que el tema de la eutanasia, realmente pasa a un segundo plano en esta película acerca de la libertad de elegir cómo vivir o cómo no hacerlo.  El film trata de la vida de Ramón Sampedro, un marino gallego cuadrapléjico que se convirtió en bandera de lucha de quienes favorecen la eutanasia en España y llego a publicar un libro con poesías y pensamientos. A partir de esta premisa se desarrolla una historia sobre el amor, la vida y la muerte. Es la historia de un hombre complejo, interpretado genialmente por Javier Bardem, quien no deja de asombrarnos con su increíble talento. Sanpedro podrá haber estado paralizado de la cabeza para abajo, pero su mente, su encanto, su dignidad y su sentido del humor se mantuvieron en pie. Estos detalles de la naturaleza humana de este ser y de todos aquellos que lo rodearon, son los que conforman esta conmovedora película que nos hace recordar el sentido de vivir y nos hace reflexionar sobre el alcance de la libertad, cuál debe ser, dónde empieza y termina el respeto por la vida y  por la dignidad humana.

 

Como era de esperarse el film causo divergentes críticas por tratar un tema que es inclusive político. Al respecto Amenábar afirma: “, la pregunta clave que se plantea es si somos o no libres para decidir sobre nuestras vidas y de qué depende eso. ¿De algo sobrenatural o la resistencia de los demás…? Ésa es la pregunta…” y continúa El cine político siempre me ha parecido muy delicado, y en esta cinta había un tema social y político muy importante, como es la eutanasia. Todos éstos son temas con mayúscula, pero quería tratarlos con minúsculas. Es decir, al final lo que importan son las personas, un concepto que tiene mucho que ver con la idea de individualidad de Ramón.”

 

Verdaderamente la película logra meterse bajo la piel, más allá del tema de la eutanasia, está el tema de Ramón como una persona inteligente y creativa paralizado por una enfermedad cruel, que logra luchar por una causa y sentar un precedente en la historia de un país. La obra es un conjunto de detalles artesanales que conforman un todo delicado pero profundo, acompañado de una bella cinematografía.

 

Definitivamente ha surgido otro grande del cine Europeo, Alejandro Amenábar ha sabido dedicarse a sorprendernos, a deleitarnos, a desafiarnos como espectadores, buscando como verdadero fanático del séptimo arte recrear en otros lo que él siente al ver una buena película, y sin embargo, aclara que no tiene la capacidad de sentir sus propios films. Por suerte nosotros sí podemos disfrutarlos a plenitud, sabiendo que saldremos de la sala llenos de momentos para reflexionar y recordar…de sus atrevidas propuestas nunca se sale ileso y brindo por eso!

 

ferwestein@yahoo.com

 

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